sábado, 24 de octubre de 2015

¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO?

No cabe duda de que desde los movimientos sociales o los partidos de carácter anticapitalista, las perspectivas ante las próximas elecciones generales se han vuelto sombrías. Quizá es este el momento desde el estallido del 15m allá por el 2011 más difícil. Para los que habiendo participado en alguna medida en los procesos de los últimos años creemos en la vía electoral resulta un momento particularmente irritante en tanto en cuanto creíamos en que este momento era decisivo para darle un golpe (sino definitivo si lo suficientemente fuerte) al sistema.

No nos fustiguemos en exceso. En realidad han pasado muchas cosas y personalmente creo que las dinámicas generadas en la opinión pública este último año no nos han favorecido o, mejor dicho no nos están favoreciendo, porque de ninguna manera el proceso está cerrado. Este último año hemos visto como los medios de comunicación aupaban a un grupo político, lo que ha servido de catalizador a las fuerzas favorables al cambio (y que fructificó en la victoria de las elecciones municipales). Y de la misma manera que fue aupado se le ha intentado silenciar creando otros grupos, jugando con supuestos escándalos (como el caso Monedero)... Personalmente muchas veces me he sentido desorientado este año. Al principio fui escéptico con el fenómeno "Podemos". Mas adelante me sumé a la campaña en las municipales. Después pasé a la fase de "irritación" cuando se rechazó el tema de la Unidad Popular con Izquierda Unida (confieso que continúo sin entenderlo). Pasé al enfado mayúsculo cuando las declaraciones aquellas de Iglesias tan duras con Izquierda Unida. Luego vino una fase de perplejidad en Agosto y Septiembre cuando vi que todo quedaba parado

Alguien me podría decir que he pasado bastante tiempo haciendo caso de los medios de comunicación. Puede ser. Pero sí he llegado poco a poco a una conclusión sombria, y puede que alguien me diga que "a buenas horas". He llegado a la conclusión de que nos enfrentamos a un sistema de propaganda y manipulación política como nunca ha habido en la historia del ser humano. Soy plenamente consciente que muchísima gente ha dicho esto y obviamente mucho mejor que yo. Pero quiero poner énfasis en ello. El poder de dominio sobre la opinión pública del sistema se ha incrementado de una manera sobrecogedora en las últimas décadas. En los años ochenta la gran mayoría del tejido asociativo de la izquierda (los sindicatos, los partidos,..) fueron destrozados. Las nuevas tecnologías de la información han supuesto una capacidad de penetración del poder en el ámbito de la interacción de los individuos,... Todo esto me lleva a la conclusión de que nos encontramos frente a Leviatán gigantesco formado por el capitalista mas el complejo de los medios de comunicación y propaganda.

Tampoco quiero magnificar en exceso al enemigo. Es vulnerable, por muy fuerte que parezca. Quiera o no, el capitalismo siempre tendrá que pasar una prueba de legitimación ante la población y los medios de propaganda siempre tendrán que tener un anclaje en las motivaciones e ideas de la gente. De todas maneras es difícil no sentir cierta impresión ante la magnitud de semejante aparato de dominación.

Todas las épocas y todas las generaciones que han intentado plantarle cara al sistema capitalista han tenido sus dificultades. Nosotros también. Tenemos las nuestras. Nunca como ahora el tejido social ha estado como ahora atravesado por todas las rendijas por el poder como ahora. Nuestra época es en eso paradójica. Hoy, en los países centrales del capitalismo, la acción política parece más fácil. Quizá no tenemos que arriesgarnos judicialmente tanto para actuar (aunque hay que ir con precaución con esto), quizá tenemos un sistema de comunicación infinitamente mas potente pero nunca como ahora tenemos la dificultad de generar movimientos de masas y dinámicas colectivas, que están mucho más atados que antaño. ¿Por qué razón nos cuesta tanto salir de este 20% de población que forman los electorados potenciales de la izquierda? Lo digo no para fustigarnos sino para que seamos conscientes de las dificultades especiales con que nos encontramos. Estratos enteros de la población (y lo que es mas grave de la clase obrera) están siendo sometidos a un proceso de despolitización activa. Y este proceso no termina.

Digo esto por que creo que es necesario que adoptemos una actitud realista acerca de la actitud de la gente que no está movilizada como podamos estarlo nosotros (y a veces se trata de una movilización un tanto intermitente). Muchas veces nos hemos quejado de la falta de apoyo de "la gente". Creo que es una experiencia bastante común el haber preparado algún acto o manifestación ante la indiferencia de los viandantes o de la gente que está sentada en una terraza. No nos "hagamos sangre" por esto. Lo que propongo es que hagamos de estas actitudes nuestro problema político. Esto es, que nos preguntemos porque no se unen. No pensemos que son sujetos apáticos, meros muñecos pasivos del sistema, porque no lo son. El proceso de legitimación del sistema capitalista se basa precisamente en un juego de contraprestaciones con el que el sistema "coopta" a los seres humanos, por decirlo de alguna manera. En deshacer este sistema de contraprestaciones reside uno de los problemas políticos. Preguntémonos así que pasa con la gente que se queda en casa, que no quiere saber de política y a lo mejor entendemos mejor la situación política.

Seamos realistas pues. De cara a las elecciones del 20 de Diciembre, creo que de la misma manera que nos hemos pasado probablemente de optimistas, no nos pasemos ahora de pesimistas (y lo digo por mí mismo). Puede que hayan muchas sorpresas y que haya una movilización mayor. Y desde luego el 20 de Diciembre no se acaba el mundo.

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