martes, 17 de junio de 2014

LA HORA DE LA REPÚBLICA




Los resultados de las elecciones ya han pasado factura. A parte de la dimisión de Rubalcaba como secretario general del PSOE, la abdicación del rey ha sido la segunda consecuencia de estas elecciones. A partir de ahí ha aflorado como era de esperar la cuestión de la República con concentraciones en plazas, manifestaciones,... No voy a tratar de entrar en la cuestión del referéndum. Ya he señalado en otro post (precísamente el 14 de Abril) que soy partidario de la República. Lo que me interesa es señalar una serie de cuestiones asociadas a este tema. Si bien soy partidario de la República no quiero que un cambio constitucional de semejante envergadura se descargue de todas sus potencialidades políticas. Nada sería más triste que la llegada de la República se viera vaciada de todo contenido social. Dicho de otra manera más breve no toda república es valida para las circunstancias que atravesamos como colectivo.

A partir de aquí quiero señalar algunos puntos que creo que serían interesantes dentro del debate acerca de que elementos entiendo yo que estaría bien que incorporara una futura República.



1- En primer lugar una República de trabajadoras, un estado obrero de transición

La continuación de régimen en forma de una monarquía constitucional tenía por objeto bloquear en plena crisis económica de los setenta, una posible evolución hacia el socialismo (que hubiera sido uno de los posibles desenlaces). El régimen monárquico consolidó el dominio oligárquico que aún padecemos y que ha sido responsable de la desindustrialización del país. Todos sabemos lo que ello a supuesto, por lo que el cambio de régimen tendrá que venir acompañado por la construcción de una nueva hegemonía de las clases trabajadoras del país. Entiendo que es todavía muy pronto plantear la cuestión del socialismo, en tanto en cuanto esta es una cuestión de carácter mundial. El nuevo estado tendría que suponer un estado de transición, nacionalizando la banca y los sectores estratégicos, replanteando el sistema fiscal de cara a un sistema mucho mas progresivo y por supuesto restableciendo la soberanía económica del país (la deuda no se paga). 

2- Una república verdaderamente plurinacional y federal

La futura república deberá asumir los diferentes hechos nacionales del país. A mismo tiempo se deberá reconocer el principio del derecho de autodeterminación de las diferentes naciones que forman parte así como un procedimiento claro para el ejercicio de este derecho. La idea que deberá orientar a la futura república es la de la convivencia en libertad de los diferentes pueblos que hoy integran el estado.

3- La desfetichización del estado

En una futura república el estado deberá a comenzar a romper las barreras que lo separan de la sociedad. La república no debe repetir la separación entre gobernantes y gobernados. Por eso sería necesario abogar por la desaparición de la jefatura del estado. Malo sería pasar de un rey a un caudillo elegido cada cinco años (hay que estar muy al tanto porque habrán tentaciones de instaurar una república presidencialista). Por otro lado habrá que comenzar con la progresiva democratización del estado, con su descentralización masiva y con el autogobierno popular directo en muchas cuestiones.

El posible cambio de régimen es una esperanza para esta sociedad. Por primera vez desde hace varias décadas se abre la posibilidad de una ruptura política que acabe con el "estabishment" político-económico que tiene como vértice la monarquía. Por eso se debe evitar que la derecha económica se reapropie del proceso. La presencia masiva de la gente en las calles y en las plazas iniciando procesos de autogobierno popuar es la garantía que la futura república tenga como base la case trabajadora

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