viernes, 28 de febrero de 2014



CAPITALISMO, ANSIEDAD, PSICOSIS


En este artículo trato de continuar con algunas de las cuestiones del artículo que titulé "Capitalismo y enfermedad mental". La idea que persigo es la de que partiendo de la idea de que el capitalismo es la génesis de una gran parte del sufrimiento mental, lo es también de muchas de las grandes distorsiones de lo mental agrupadas bajo el título "psicosis", a través del vínculo de la ansiedad.
Uno de los efectos que tiene el sistema capitalista es la dinamitación del modo de vida natural de los seres humanos. Todos los seres humanos partimos de una base de expectativas en la relación con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos que constituyen nuestro mundo de la vida (el término es del filósofo alemán E. Husserl, padre de la fenomenología). ¿En que consisten estas expectativas? Pongamos varios ejemplos de las mismas. Si yo caminando por la calle me desmayo seguramente acudirá la gente que me rodeará de manera casi espontanea dispuesta a socorrerme. Por otro lado yo cuando subo al autobús y pago el precio del viaje el conductor cobrará el precio me sacará el tiquet y me dejará pasar. Si me presentan a otra persona y yo le extiendo la mano ésta a su vez me extenderá la suya. También hay expectativas con respecto a uno mismo. Si yo paso mucho rato delante de la pantalla del ordenador me canso y tengo determinadas reacciones corporales,... Bien ese tipo de expectativas y muchas similares constituyen nuestro mundo de la vida.


La idea que voy a defender es que precísamente el capitalismo dinamita el "mundo de la vida" de los seres humanos al romper el sistema de relaciones naturales. Algunos de los ejemplos anteriores estaban escogidos deliberadamente para lo que sigue. En concreto el ejemplo según el cual si yo me tambaleo y caigo me vendrán a socorrer no siempre se cumple (imaginemos el contexto de la avenida de una gran ciudad). Y de la misma manera ocurre con los demás. En general lo que sucede cuando saltan por los aires estas expectativas tiene por nombre cosificación de las personas, animales, incluidos nosotros mismos. Sólo con la cosificación de nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos podémos adaptarnos a las exigencias del capitalismo. Puede parecer brutal pero es así. Sólo concibiéndonos a nosotros mismos como "cosa" y reprimiendo nuestro cansancio intentando apuntalarnos a nosotros mismos (tratando a nuestro cuerpo como cosa)podemos adaptarnos a horarios brutales. Sólo reprimiendo nuestros sentimientos tiernos y llenos de empatía hacia los otros (porque hay que señalar que somos así como género) podemos mostrarnos duros y competitivos frente a los otros ( so pena de acabar en la calle por poco "asertivos"), es decir tratando a nuestra psique y a los demás como cosas. Este tipo de represión es particularmente brutal con los mas marginados en la sociedad, allí la represión de los sentimientos es prácticamente total.

De esta manera vamos estructurando un mundo en el que las relaciones entre los seres del mismo se estructuran a la manera de una gigantesca máquina. Y nosotros nos vemos como piezas en dicho engranaje. Esto hace que se vuelva imposible la estructuración de una vida racional. En ese sentido puedo señalar un recuerdo personal. Al comenzar mis estudios universitarios viví en una residencia de estudiantes ocupada en su mayor parte por estudiantes de ingeniaría. Los estudios de ingenieria en la Universidad Politécnica oscilaban entre lo surrealista y lo inhumano (con programas incumplibles y exámenes surrealistas).  En un ambiente de competitividad brutal los estudiantes se autoimponían horarios salvajes y de entrada interpretaban sus años de estudio como años de prisión (la autoimposición de penas podía llegar a los siete u ocho años) jalonadas por jornadas de fiesta descabelladas. Intentemos imaginarnos la situación de una o un joven que se ve ante semejante escenario, que tiene que ejercitar el brutal ejercicio de disciplinamiento que supone su entrada en el mundo adulto. Recordemos que gran parte de las enfermedades mentales surgen en este momento. En particular trastornos como la esquizofrenia suelen aparecer en este momento, en contextos de una ansiedad desbordada.

Por otro lado está la violencia. La violencia es normalmente un ingrediente que damos por hecho en nuestra vida. No deberíamos, pues genéricamente no somos violentos (excepto en situaciones extremas). Nuestra cultura es violenta ya desde hace siglos, debido a la sociedad clasista y patriarcal. Si bien no hablamos de raíz exactamente capitalistas estos dos elementos (patriarcado y sociedad clasista) están a la base de la evolución capitalista de nuestra sociedad. Y por otra parte el capitalismo fomenta la violencia. En ese sentido, no es necesario haber sido sometido a situaciones de violencia extrema, para haber ido tragando violencia. Y el haber tragado tanta violencia, el ser constantemente un polo de violencia genera ansiedad. Volviendo al ejemplo de la estación llena de gente, en esa situación nos encontramos ante una aglomeración de gente a la que no importamos nada y que bien puede que en una situación de emergencia no nos ayude (puede parecer una exageración pero a veces sucede así). En realidad estamos ante una situación hostil. Y ésto genera ansiedad. Los libros de autoayuda que tratan el tema de la ansiedad subrayan con frecuencia que una de las situaciones que los que padecen ansiedad es precisamente la de situarse en estos espacios.

La exposición a situaciones de violencia es una de las situaciones que mas ansiedad provocan y que llevan a estallidos de carácter psicótico. Es un hecho poco conocido como durante las grandes guerras aparecieron una mayor cantidad de "enfermos mentales" (curiosamente este hecho se divulga poco). Las situaciones de destrucción, el pánico atroz, la destrucción de los seres humanos (Freud quedó horrorizado ante las experiencias de los que volvieron del frente de la primera guerra) genera niveles de ansiedad de tal calibre que hacen perfectamente comprensible que el sujeto se cierre ante los estímulos del mundo exterior, erigiendo barreras de defensa. Cuando un sujeto se cierra al mundo exterior de esa manera tiende a construir un mundo propio. En la película La chaqueta metálica de Stanley Kubrick hay un ejemplo de este caso. En la parte en la que se aborda el período de instrucción de los Marines, un auténtico ejemplo de como se forma una personalidad autoritaria, aparece un caso concreto muy significativo. Hay un recluta que simplemente porque no se adapta a las estúpidas pruebas a las que se somete a los futuras marines y que es etiquetado como "recluta patoso". Tras un incidente banal en el que se ve involucrado éste, todo el colectivo de reclutas es castigado. Como venganza los reclutas se reúnen en plena noche y mientras duerme le someten a una paliza brutal (he de decir que he visto pocas escenas tan violentas como esa en el cine). A la mañana siguiente el "recluta patoso" está completamente ensimismado en su mundo interior. El nivel de ansiedad, el trauma de la paliza ha sido de tal calibre que su cerebro ha dado orden de romper amarras con el mundo exterior.

¿Qué ocurre cuando un ser humano experimenta tal situación? Lógicamente se produce una disociación. El núcleo del yo rompe con el exterior y sigue el curso que le marca el discurso interno (evadiéndose de la realidad externa). Pero este individuo sigue en esta realidad y su sistema de sentidos (vista, oido,...) sigue funcionando perfectamente. Ahora bien no es difícil comprender que la realidad externa sea interpretada conforme al dictado del discurso interno. De ahí la ruptura de la percepción normal y de las distorsiones que comienzan a aparecer en ese ámbito. Si bien no todos hemos llegado a experimentar niveles de violencia tales, todos en un grado u otro hemos experimentado violencia a lo largo de nuestras vidas. La ansiedad de la mayor parte de la gente no llega a esos niveles, pero sin embargo esta ahí, de ello da muestra la gran cantidad de ansiolíticos que se consumen en nuestra sociedad.

¿Hay gente que se adapta a esta situación impuesta por el capitalismo? A este respecto recuerdo una conversación que oí a dos jóvenes en el tren en un trayecto de cercanías ya hace años pero que se me quedó grabada. Uno le decía al otro que quería alistarse en el ejército y entre las razones que daba era en que ahí "le espabilarían". A parte de lo extraño que supone desearse a sí mismo "que le espabilen" (casi parece un error sintáctico) lo que este muchacho estaba pidiendo a gritos era un jefe. Recuerdo también que en las novatadas de la residencia de estudiantes (de muy poca gracia y a veces muy agresivas) había un estudiante nuevo que no hacía mas que pedir la primera noche que le hicieran más novatadas (y casos así habían varios por sorprendente que parezca). En mi opinión se trata de personas que muestran tendencias hacia la formación de una personalidad autoritaria. La personalidad autoritaria muestra la ámbivalencia entre el placer de recibir órdenes y el placer de darlas. Son personas que disfrutan con las pruebas salvajes a las que algunas multinacionales someten a sus empleados dejándolos un fin de semana en medio de la montaña con un machete y una brújula y que se adaptan magníficamente al clima de tensión máxima en la que se mueven muchos ejecutivos. En la época del colonialismo, tal como cuenta Hannah Harendt en Los orígenes del totalitarismo, sabían de este tipo de personas, a los que encargaron buena parte de la empresa colonial y las atrocidades subsiguientes.

Pues bien, sí que es cierto que hay ciertos tipos de personas que se mueven bien dentro de la estructura. Normalmente en una sociedad normal este tipo de personas serían apartados de cargos de responsabilidad pero nuestra sociedad está llena de ellos en las cúpulas empresarial y financiera de la misma. Hay que tener en cuenta que el capitalismo debido a su carácter intrínsecamente competitivo tiene la cualidad de sacar lo peor de los seres humanos. No somos seres competitivos que disputan por maximizar beneficios (cómo señalan las fábulas estúpidas de la economía vulgar) somos seres genéricos (como señalaban Marx y Koprotkin) con muchos mas rasgos altruistas que egoístas. La inversión antropológica a la que nos está sometiendo el capitalismo es causante de muchos de los sufrimientos psíquicos que estamos padeciendo. Es hora de darle la vuelta a esta situación y restaurar una cierta normalidad que al menos nos permita descansar.

Algunas obras citadas:

Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt, Alianza, Madrid, 2006

La chaqueta metálica (película)( Full metal jacket original), de Stanley Kubrick, 1987

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