miércoles, 1 de enero de 2014



DANZAD,DANZAD,MALDITOS



Danzad,danzad malditos (They shoots horses, don't they?;1969) del Director Sidney Pollack y en la que participó Jane Fonda, no es precísamente una película navideña. Esta obra, que incluye escenas de una gran dureza, constituye una metáfora del capitalismo sumamente acertada. La película está emplazada en la época de la Gran Depresión de los años treinta, cuando por los Estados Unidos florecían los maratones de baile. Estos consistían, como ocurre en la película, en un espectáculo-concurso consistente en que centenares de parejas danzantes (generalmente gente con escasos recursos) competían en una danza sin apenas descanso hasta el agotamiento. La pareja ganadora era la que quedaba la última, después de semanas bailando.

La película logra captar las relaciones entre el concurso y la realidad capitalista. En primer lugar el carácter competitivo, en un grado que podríamos decir inhumano, entre los participantes, que están dispuestos a todo por algo lejanísimo e incierto como un único premio, por lo demás no excesivo. La escena del concurso está formada por la pista en la que bailan las parejas, las gradas de los que se entretienen viendo el concurso e incluso patrocinando algunas parejas, gente en general de la mediocre burguesía local y agitando el conjunto, el director y animador del espectáculo. El genial personaje de la película es una suerte de hombre espectáculo, lider carismático, charlatán de feria, en realidad un tipo de hombre siniestro que apunta al dictador de corte populista-fascista de esa época. Los tres "ambientes" forman una unidad que recrea el universo de clases del capitalismo. Los de abajo, la clase trabajadora, luchando entre sí y contra su cuerpo en una lucha, que llega hasta su autodestrucción, si no por alcanzar el premio si por permanecer dentro del baile. Los que están en las gradas disfrutan del espectáculo, su espantosa miseria  consiste en que su felicidad deriva que la constatación del sufrimiento de los que estan abajo. Y en el centro de todo el mago, taumaturgo, el caudillo fascista cuyo única habilidad es la facilidad de embaucar a todos hacer creer a todos, conseguir que todos se mantengan unidos en el espectáculo. Porque se trata solo de eso, de un miserable y chabacano espectáculo de feria para que los que montan el mismo (los políticos fascistas) saquen dinero a la gente- Todo esto a costa de la generación de un terrible sufrimiento de los de abajo. La estructura de sufrimiento que conforma el espectáculo capitalista es la causante de la falta de amor, de la locura y de la muerte.

¿Es posible el amor y la solidaridad?
Es una cuestión que aparece ya desde el comienzo de la película. Y es que aunque son todos rivales desde un comienzo, pues solo una pareja gana, todos comparten la pista de baile y las reducidísimas habitaciones de descanso donde se amontonan. La pareja protagonista  (ella Jane Fonda,el Michael Sarracin)se conoce justo antes de comenzar a bailar. Hablan poco, pero el contacto de los cuerpos es muy intenso, pues tienen que pasar centenares de horas juntos, literalmente tienen que dormir bailando, agarrados al otro mientras éste marca el ritmo. Poco a poco se va generando el amor, de una manera muy extraña pues se trata de dos personajes que chocan si quiera comienzan a hablar. Pero el amor que se va gestando entre ellos es mas básico, mas profundo. Por otro lado la solidaridad va surgiendo y eso va generando un sufrimiento entre los participantes que no pueden soportar el sufrimiento de los otros, hasta llegar a perder el juicio.
¿Quizá sea este sufrimiento ante el sufrimiento del otro y este tipo de solidaridad mas básica un tenue mensaje de optimismo, de que al final la solidaridad de las personas puede con esta estructura? La respuesta que da el autor es a mi juicio negativa (como comprobará el que vea la película entera), pues los que están abajo nunca logran revertir el sufrimiento ante los que les oprimen

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