lunes, 27 de enero de 2014



GALILEO: CUANDO TODO ESTABA POR DESCUBRIR
El 21 de Junio de 1633, Galileo Galilei, de rodillas, pronuncia la abjuración de las tesis copérnicanas, que con tanta vehemencia había defendido en los años anteriores. La cuestión de la posición de la tierra en el sistema del mundo se había convertido en una cuestión de hegemonía cultural y política. Nunca jamás se volvería a producir un acontecimiento de esta envergadura. Religión, política y ciencia aparecen juntas en una confrontación dramática. Era la época del científico como héroe de la cultura, como vanguardia de un  mundo nuevo , tal como Bertol. Brechi retrató en su Vida de Galileo.
Galileo no estaba solo, años antes, en 1600, Giordano Bruno era quemado en la hoguera en Roma por sostener la infinitud del Universo y identificar a éste con Dios. Cuentan que ya en la hoguera volvió la cara al crucifijo que le ofreció un monje.

La historia de la ciencia de aquellos siglos era la de úna época heroica, de gestos heroicos como el de Bruno, de derrumbamientos como el Galileo ("me mostraron las herramientas"), de cobardías y traidores (como fue Urbano VIII supuesto amigo de Galileo) . En aquel tiempo la ciencia no se hacía con demasiadas herramientas. Galileo pulverizó la teoría  aristotélica de los dos cielos con ayuda del famoso "telescopio" al mostrar que la luna poseía relieve (el telescopio de Galileo era un catalejo que el había perfeccionado en un asunto un tanto turbio).
Tampoco los científicos trabajaban en departamentos de universidades. En realidad eran un grupo de personas diseminadas por Europa y unidas a través de la correspondencia. A veces no se llevaban bien, había rivalidades, pero también honestidad y seriedad.
Su mundo no era como el nuestro. Las brujas y los espíritus acechaban por doquier. La muerte era un hecho cotidiano que a las personas (sobre todo las mujeres) les amenazaba en cualquier esquina. Pero también estaban los reyes que con su sola presencia podían curar a miles de sus súbditos. La naturaleza entera envolvía y dominaba al ser humano por completo, por eso el descubrimiento tenía algo de viaje oceánico, de descubridores de continentes desconocidos.
En esas circunstancias unos seres humanos (provenientes de una larga tradición que se remontaba a Grecia) se comenzó a preguntar cosas como si el mundo era finito o no, o si las órbitas celestes eran circulares o elípticas. No los mitifiquemos como personas en ecceso racionales, porque no lo eran. Kepler, el descubridor del carácter elíptico de las órbitas (quizá uno de los descubrimientos mas grandes de la astronomía) después de perder a toda su familia se refugió en un extraño sistema místico basado en figuras sólidas geométricas (los cinco sólidos perfectos) que tuvo que ver con su descubrimiento. Descartes, debido al descubrimiento de la geometría analítica, fue en peregrinación a la Virgen de Loreto. Cuentan que Harvey, el descubridor de la doble circulación de la sangre sufrió un brote psicótico cuando la descubrió.
A estos primeros científicos no sólo les iba la vida sino que sentían peligrar su salvación en el tema que investigaban. No fue una estúpida manzana lo que movió a Newton a edificar su dinámica, sino el mismo Dios. Al parecer le aterrorizaba el Universo mecanicista de Descartes sin Dios y buscó obsesionado un universo que necesitara un lugar para el creador. Irónicamente su obra triunfó pero no Dios, que no tardó en ser desplazado. Fue Laplace quien dijo ante Napoleon "Yo no tengo ya necesidad de esa hpótiesis". Pero con Napoleon entramos en otro mundo. El mundo de la ciencia institucionalizada y del capitalismo, que ya tiene mas que ver con nosotros.
Hoy las cosas son diferentes. Los jóvenes científicos apuestan por las ramas en la que ven mas probable conseguir el Premio Nóbel. La ciencia se ha convertido hoy en una tarea sumamente burocratizada en los que la financiación es central para el funcionamiento de la misma. Será probablemente una ciencia mas eficaz, mas efectiva, con mas aplicaciones, pero está perdiendo todo su influencia cultural en la conciencia de las personas. Ya no es agresiva con el poder sino que éste la ve con aprecio...por los beneficios que reporta. Para Giordano Bruno, para Galileo la ciencia era una apuesta por la emancipación de los seres humanos de las fuerzas que sacaban provecho de la ignorancia de los seres humanos ¿Qué queda hoy de todo aquello? Un mar insondable de datos que cada vez mas grande,...y de vez en cuando la sonrisita y la broma vulgar y condescendiente del divulgador.

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